Para las personas que estamos inmersos en el negocio de las flores, sabemos que las rosas están entre las más comercializadas, el rosal es una de las plantas más populares en los jardines y tiene una fuerte presencia en nuestra historia. Pero, ¿Sabías que…? El género Rosa está compuesto por alrededor de 100 especies diferentes, la mayoría son originarias de Asia. Su diversidad es tal que existe una enorme cantidad de cultivares (más de 30,000) a partir de diversas hibridaciones, las cuales van aumentando año tras año por lo que podemos ver plantas con botones de diferentes tamaños, colores, aromas, formas de apertura y durabilidad, las variaciones y combinaciones genéticas se han hecho para ofrecer mejores productos al mercado que las consume.
Su cultivo se remonta a épocas anteriores a Cristo, una de las primeras imágenes inmortalizadas de la rosa se encuentra en la Isla de Cnossos en Grecia, la cual data del siglo XVI a.C. En relatos griegos y chinos se pueden encontrar referencias a esta flor que formó parte importante de muchas culturas, lamentablemente se considera que algunas especies originales se han extinto por completo, rebasadas por la hibridación y el comercio a gran escala que dejó de cultivarlas para dar paso a nuevas variedades más resistentes.
A pesar del paso de los años, existen personajes como David Austin, famoso hibridador creador de la rosa que lleva su apellido (La rosa Austin) cuyo propósito es recuperar cultivares de rosas que existían en Europa antes de la entrada de las técnicas de hibridación.
Las rosas antiguas tenían aromas más variados, afrutados, pero únicamente solían florecer en primavera, esto volvió complicada su comercialización y por tanto, era indispensable lograr su cultivo a contraestación. Otra característica
de las rosas antiguas, era que generalmente poseían menos pétalos.
Los rosales actualmente se pueden dividir en 4 grupos importantes según su origen:
• Rosales antiguos: Se trata de aquellos cultivos que existían
antes del desarrollo de técnicas de hibridación con rosales.
• Rosales Modernos: Se trata de una amplia lista de cultivares
que se han creado por medio de métodos de hibridación,
modificación genética y otras técnicas para obtener
las mejores características de cada especie.
• Rosales silvestres: Se trata de variedades que pueden
crecer en la naturaleza sin necesidad de la intervención
humana, algunos de ellos también son producto de la hibridación.
• Otras variedades no clasificadas: En esta categoría incluimos
rosas que pueden tener un origen desconocido,
rosas de variedades híbridas, naturales, etc.
Es interesante tener en cuenta que muchas de las rosas que conocemos hoy en día son resultado de la cruza de especies “madre”, como la Rosa damascena, Rosa luciae, Rosa califórnica, Rosa rugosa, Rosa moschata y Rosa wichuraiana. Podemos notar que algunas de ellas son consideradas en sí mismas como híbridos.
Por: Gerardo Cruz, Asesor en cuidados Poscosecha y Agroproductos de Smithers-Oasis de México.